El pasado domingo, 12 de mayo, pocos días después del fallecimiento de su director artístico, Juan Pedro Mora Amorós, a quien se tributo un sencillo homenaje con un minuto de silencio que el público asistente cerró con un espontáneo aplauso, Coral Ilicitana puso en escena la zarzuela La Tabernera del puerto, con libreto de Federico Romero y G. Fernández Shaw, y música del maestro Pablo Sorozábal.
Una velada inolvidable para quienes asistieron a ella ya que pudieron emocionarse con la voces y las interpretaciones de Reme Mora en el papel de Marola; Julia Bravo, Abel, el enamorado rapaz; Javier Rubio, Juan de Eguía, temible corsario; José Manuel Más, el valiente marinero; José A. Cecilia, el vagabundo borrachín; y Vicente Pascual, Verdier, el pirata marsellés. Todos ellos pletóricos de facultades. Pero también pudieron reír con las peripecias de Chinchorro, José L. Maestre, y Antigua, Noemí Abellán, dos peces que no nadan en el agua, sino en ginebra; y las ostentosas pretensiones de Ripalda, Diego Díez, el estirado cafetero. Las mujeres del coro pusieron voz y vida a las celosas pescadoras y los hombres, a los embaucados pescadores y a los perspicaces carabineros. Todos ellos guiados por la magistral regidora María Asunción Amorós y el acompañamiento de la orquesta, que brilló, como siempre bajo la gran dirección del maestro Christian Lindsey. Y la dirección artística, en la ausencia, de Juan Pedro Mora.
