- Ambos modelos comparten el excelente bicilíndrico en línea de 776 c.c. y 82 CV además de buena parte de chasis y suspensiones, sólo acabados y carenado les diferencian, creando personalidades tan distintas como atractivas; ahora en oferta desde 8.299€ y disponibles par el carnet A2.
La primera vez que nos pusimos a los mandos de una Suzuki con el nuevo motor bicilíndrico en línea de cilindrada media, fue el año pasado y en una V-Strom DL800DE que nos dejó impresionados por su equilibrado comportamiento. Todo en esa moto estaba en su sitio y, pese a ser un producto totalmente nuevo, a los pocos kilómetros de rodar con ella era como si fuese nuestra moto de toda la vida, transmitiendo una confianza total, con una sencillez de manejo muy agradable y un funcionamiento muy intuitivo. Vaya moto se han sacado de la chistera los chicos de
Hamamatsu pensamos. Bien, pues aquella V-Strom que tanto nos gustó y que no llevaba motor en V – venia a instalarse, precisamente entre las dos bicilíndricas en V de la casa, la 650 y la 1050-, era la punta del iceberg de la gama que Suzuki ha construido alrededor de ese ligero y tecnológicamente muy avanzado conjunto motor/chasis.
La singular naked, con líneas ´street fighter´ GSX-8S fue su segunda entrega y recientemente la GSX-8R completa -por el momento, aún veremos más acabados sobre este excelente conjunto- la familia.
Hay que tener una excelente base de partida si queremos que las distintas variantes funcionen como es debido, en ámbitos tan diferentes como el off road, la ciudad y el extrarradio o las carreteras de curvas e incluso los circuitos, y es indiscutible que en Suzuki la tienen – como también en Honda o BMW, por citar algunas marcas de idéntico planteamiento en esta categoría-. Comparamos hoy las variantes más asfálticas de la familia, la polivalente GSX-8S y la más deportiva GSX-8R.
Comenzando por la 8S diremos que su secreto radica en la lig reza y en una postura de conducción tan cómoda como natural. Sus 202 kg. de peso, asentados sobre llantas de 17 pulgadas calzadas con generosos neumáticos 120/70 delante y 180/55 detrás le confieren una manejabilidad extraordinaria. Su sofisticada tecnología nos permite elegir entre tres modos de conducción y cinco niveles del sistema de control de tracción -gracias a su acelerador electrónico Ride By Wire (sin cable)-, con lo que podremos explotar a fondo tanto el par motor a bajas vueltas, como sus generosos 82 CV cuando lo estiramos, apoyándonos en un excelente cambio de 6 velocidades que no precisa del accionamiento del embrague, ni para subir, ni para reducir marchas.
En resumen una excelente moto de uso diario, fácil y controlable en ciudad, ágil en salidas al extrarradio y que no renuncia a viajes largos incluso con dos personas.
Por su parte, para la más depo tiva
8R, en Suzuki han realizado una cuidadosa puesta a punto que va mucho más allá de la adopción de ese carenado integral de tan buen aspecto. De entrada, sólo sube 3 kg. en la báscula respecto a la S, mientras que sus manillares de aluminio favorecen una postura más tumbada que mejora la aerodinámica y nos confiere más control sobre la rueda delantera -si la confianza que transmite la S es grande, aquí es total-. Detalles como un basculante específico, suspensiones de tarado más firme y un sin fin de detalles hacen que sea un R muy fácil de llevar, sin renunciar a una agresividad sorprendente cuando subimos de vueltas su fantástico motor. Menos cómoda y polivalente que la S, es una R que también permite un uso diario y largos viajes -sólo o acompañado- por carretera, aunque se encuentra en su salsa en viradas carreteras de montaña.
Como cabría esperar en conjuntos tan equilibrados, ambas opciones cuentan con versiones limitadas para el carnet A2 -se nos antoja una excelente opción para cuando se obtenga el A, deslimitarla-.
Además y para un número concreto de unidades, Suzuki incluye la GSX-S8 en una campaña pr mocional cuyo precio se reduce a 8.299 euros -75 euros/mes con una entrada de 2.710 euros-, dejando la GSX-8R en 9.699 euros -125 euros/ mes con una entrada de 2.256 euros-.
Para salir de dudas, nada mejor que acercarse a Motos Marín, concesionario oficial Suzuki en la Región de Murcia, donde podremos probar ambas versiones y ver cual se adapta más a nuestros gustos o necesidades, con ninguna nos equivocaremos, eso seguro.